A medida que vamos creciendo, empezamos a apreciar el valor de las letras y de imaginar por nosotros mismos la figura de los personajes que se retratan en un libro. Sin embargo, para los más pequeños puede resultar pesado leer un libro cargado de letras, sin a imágenes que les induzcan a identificarse con los personajes.
Si prestamos atención al sentido de las palabras, descubrimos que el origen etimológico del término creatividad, viene del latín, “creare“, que significa engendrar, producir, crear.
'Cuando creamos un libro infantil estamos ayudando a los niños, no solo a interesarse por la lectura, sino a generar conocimiento'.
Escribir un cuento destinados a los niños, supone adquirir la responsabilidad de formar sus mentes. Por ello, es importante ayudarlos a que se interesen por nuestra obra acompañándola de ilustraciones.
¿Cómo podemos ayudar a los niños mediante las ilustraciones?
Al contrario de lo que se cree, las ilustraciones son algo más que la decoración de un libro, sobre todo, si se trata de un libro destinado a niños. De acuerdo con diversos estudios, las ilustraciones en un libro infantil cumplen las siguientes funciones:
- Función de anclaje.
Esto significa que mediante la ilustración de los libros infantiles, contribuimos a que accedan a la historia, ya que le aclara y lo integra en la comprensión del mensaje.
- Comprender el mensaje de la obra.
A través de la ilustración, conseguimos ayudarle a retener el mensaje que el autor quiere trasmitir, y a crear recuerdos del cuento.
- Ayuda a desarrollar la identidad del niño.
Favorece al desarrollo de la identidad personal de los niños, puesto que le ayuda a empatizar con la obra y crear un vínculo, lo que estimula la inteligencia, emotividad y fantasía del pequeño lector.
- Promover su educación artística.
Con las ilustraciones de nuestro libro, ayudamos a formar visualmente a los niños y a introducirles dentro del mundo artístico. Contribuimos a promover su interés por el arte y quién sabe; puede que estemos ayudando a formar a un pequeño escritor.