A priori, a nadie se le ocurre regarle a un niño un cuento de terror, pero la realidad es que no tiene nada de malo e incluso puede ayudarles a sentirse más seguros y controlar más su miedo.
Conforme vamos creciendo, vamos aprendiendo a controlar nuestro miedo o incluso a reducirlo. Sin embargo, el universo de los peques es mucho más pequeño que el de un adulto. Los niños sienten miedo en muchas situaciones. Tienen miedo a dormir solos, o con la luz apagada. Suelen asustarse cuando hay tormenta o la casa se queda en silencio y de repente se escucha algo inesperado.
Por esta razón, tendemos a protegerlos de cualquier información que pueda acrecentar sus malas impresiones. Por nada del mundo se nos ocurriría poner a nuestros hijos a La niña del exorcista para dormir. No obstante, cada vez, existen más estudios que recomiendan a los padres leer cuentos de terror a sus hijos para ayudarles a confrontar sus temores.
Expertos como Frank Farley, antiguo presidente de la Asociación Americana de Psicología, defienden la lectura de relatos de terror en niños. Tanto Farley como el resto de autores que defienden esta hipótesis explican que el miedo es nuestra emoción más poderosa y que es necesario enseñar a nuestros hijos a centrarlo y asumirlo.
Obviamente no vamos a leer a nuestros hijos obras de psicópatas o asesinos de la talla de Fredy Krueger. Sin embargo, existen numerosas publicaciones infantiles con toques de misterio e incluso terror adaptadas para impulsarles a enfrentarse a sus miedos.