A los niños, en la mayoría de los casos, les gusta ser los protagonistas de la historia. Esa capacidad de poder ser lo que quieren ser: ya sean héroes, piratas, magos o exploradores en un mundo ficticio.
Normalmente, los niños no tienen una capacidad de consciencia, sino que viven el momento y la imaginación se representa en sus juegos de diarios con amigos o sus propios juguetes.
Cuentos personalizados para fomentar la lectura
Para poder “picar” a un niño en la lectura, puede ser sencillo en el momento en él mismo puede verse representado con una fotografía en un cuento o libro. Como si realmente se encuentre allí. Más aun si se le suma el plus de verse reflejado en un personaje de dibujos animados o en el protagonista de su cuento favorito. En el momento en el que se descubran ya no podrán dejarlo de lado, y querrán conocer todas las aventuras que están viviendo en ese mundo que se descubre antes sus ojos.
En el mundo de los libros todo es posible. No existen límites para soñar, sino que son mundos que descubrir y en los que sumergirse. Un libro es volar sin tener alas. Un libro va más allá. La lectura potenciará esa imaginación, además que reforzará sus valores y ampliará su capacidad de reflexión y empatía con el mundo y la sociedad.
Esto puede reforzar los lazos familiares ya que, los padres pueden contar a sus hijos las historias de primera mano. También a la hora de elaborar la elección de fotografías para confeccionar la historia, el momento en el que llega el “regalo” envuelto y que querrán abrir etc.
Otra opción es la de hacerle llegar ese regalo a hermanos, primos o abuelos en el que los niños podrán participar en todo el proceso de elaboración de la historia. De esta manera, se sentirán tanto partícipes activa como pasivamente.
