¡Ya es la hora! Toca ponerse a escribir ese cuento

Si has llegado hasta este post es porque sabes que estamos en lo cierto: has dejado que pase el tiempo y sabes que, todas estas horas en casa pueden venirte bien para que desarrolles ese proyecto que tienes en mente.

Y es que, muchos de vosotros os habréis visto abrumados entre cuatro paredes: algunos con teletrabajo, otros viendo pasar las horas del reloj entre películas, series o los informativos. Si ya no sabes qué hacer y lo has probado todo (incluso terminar de leer esa biblioteca infinita que tienes en el salón…), ¿por qué no continúas ese cuento infantil que prometiste acabar para tus hijos?

Sí, sabes de lo que te estamos hablando. Es hora de que te pongas a trabajar en tu libro.

Muchas veces, nos agobiamos por estar entregados por completo a nuestra rutina diaria: trabajo, comida, casa, a dormir… Pero cuando nos cambian un patrón que estamos acostumbrados a realizar a diario, podemos descolocarnos un poco. Aunque llevemos tiempo deseando salir de ese bucle que nos absorbe, no sabemos cómo instaurar una nueva rutina. Es complicado hasta que la delimitamos de nuevo. Pero no tenemos que temer el tener nuevas oportunidades para enfocar nuestro día a día: tenemos que ser conscientes de la cantidad de posibilidades que esto nos ofrece.

Por eso queremos animarte a que te pongas manos a la obra con esa idea que tienes apartada en un rincón. Ya no tienes excusas, apaga la tele, deja de limpiar compulsivamente y empieza a dar forma a tu libro.

  1. Genial, vale. Ya tienes tiempo, pero, ¿tienes un horario? Tranquilo, ya sé que hemos hablado de dejar atrás obligaciones y ahora te estamos comentando que inicies otra… Pero es que es necesario que te pongas, como mínimo, una meta que alcanzar. Puedes pensar que, un cuento no tiene tanto trabajo como, por ejemplo, una novela de aventuras…. ¡Pues es mentira! Pues que un cuento conlleva adaptaciones del lenguaje y analizarlo todo minuciosamente según al público al que vaya enfocado. No podemos crear el mismo contenido para un niño de cinco años que para niños y niñas mayores.
  2. Lo mejor es que lo dividas: divide el tiempo del día de modo que puedas dejar un poco para escribir. Si prefieres encerrarte el día entero para hacerlo, ¡que nadie te prive de ello! Verás que las horas frente al ordenador te pasarán volando dando vida a tu idea.
  3. ¿Sabes que existen herramientas para contar las palabras? Si trabajas con Word, verás que una herramienta muy útil es el contador. Te ayudará a contabilizar tu rendimiento y te animará a seguir.
  4. Iniciativas: ¿sabes que existen programas de apoyo a los escritores? Sí, más gente que como tú, busca un apoyo o una comunidad donde compartir sus experiencias escribiendo, sus dudas más comunes, etc. Te puede venir bien hablar con otros autores que, como tú, han decidido trabajar en su sueño, ¡seguro que tenéis muchas cosas en común y compartís ideas!
  5. ¿Un diario? ¡Claro que sí! Estar mucho tiempo con el ordenador, o entre tus libretas, puede ser agobiante si no se ven los resultados. No te lo tomes nunca como una obligación, eso es primordial… Pero puedes ir registrando tus avances y resultados en una especie de diario de autor. Es muy útil si en un momento determinado quieres repasar algo en lo que ya hayas trabajado.
  6. ¡Disfruta del proceso!
  7. Actívate, pues no queremos que se nos duerman las piernas mientras escribimos. Como con cualquier actividad, necesitamos despejarnos. Da igual que no se pueda salir a la calle, podemos pasearnos por casa, recrearnos en nuestros personajes, en la ambientación… ¡Puedes dibujar a los protagonistas del cuento! Y si cuentas con peques en casa, puedes pedir ayuda con este punto.
  8. Puedes buscar música que te ayude a concentrarte. No todos los autores son capaces de escribir con música, pero los hay que, necesitan de su lista favorita para sentir que su momento de creación ha llegado. ¿Por qué no lo pruebas? A lo mejor te sorprenden los resultados. Piensa que, si escribes sobre fantasía épica, una lista de reproducción de este estilo puede inspirarte de manera asombrosa. Hay cientos de listas ya creadas en Youtube, Spotify…
  9. No borres compulsivamente: sabemos que estar encerrado puede llevarnos a extremos delicados, por eso te aconsejamos que no te dediques a destruir lo que estás creando. Al menos, hay que ser conscientes. Enséñale el material a tus familiares, con los que convivas este aislamiento. Amigos, pareja, hijos… Volvemos a insistir en los niños, y de paso, puedes distraerlos. Puedes montar una sesión de “cuentos impróvisados”.

Aprende a dedicarte tiempo, a construir cuento con calma, saboreando cada línea a la que das forma. Introdúcete en el mundo de tus personajes y guíalos durante todo el proceso. O deja que sean ellos los que te vayan relatando todo.

Y si tienes proyectos ya empezados, que dejaste aplazados, es hora de que los retomes, ¿no crees?

Desde Okapi Cuentos queremos animaros a todos: vuestra imaginación puede con todo.

Nosotros seguimos dando vida a todas vuestras historias.

¡Todo saldrá bien!

 

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